Las operaciones en los mercados financieros suelen ser de alto riesgo debido a la gran volatilidad que presentan los activos que los componen. Pero ¿qué es la volatilidad? Pues bien, antes que nada es importante comprender este término para saber cómo este funciona en los mercados y cómo tomar ventaja de ello, ya que de esto dependen la rentabilidad, los riesgos y la liquidez de los instrumentos a operar.
El término de volatilidad
hace referencia a la magnitud con que se mueven los mercados, es
decir, las subidas y bajadas en el precio de los activos
financieros por distintos tipos de acontecimientos. Los cambios en
los precios, así como la rentabilidad que un activo es capaz de
proporcionar a un trader, son puntos pertenecientes a la
volatilidad y están relacionados entre sí. La rentabilidad en los
mercados depende de las variaciones que se presenten en los
precios durante un periodo de tiempo en particular.
Mercados volátiles
Cuando un mercado posee grandes niveles de volatilidad, el trader tiene la posibilidad de tomar ventaja de este, aunque no siempre obtendrá resultados positivos. Tanto por los efectos positivos como por los negativos, operar en los mercados financieros requiere de un constante análisis fundamental y técnico del mercado y de las situaciones económicas y políticas alrededor del mundo que puedan influir en el desarrollo del precio de los activos.
Los activos volátiles pueden ser medidos tanto a corto como a largo plazo, en donde los movimientos diarios son analizados para poder promediar el desarrollo histórico semanal, mensual y anual. Es importante tener en cuenta que los mercados volátiles suelen establecerse al alza o a la baja en tan solo minutos, lo que hace que su temporalidad sea reconocida como a corto plazo.
Funcionamiento en los diferentes mercados
- Acciones: Aunque es cierto que a corto plazo las subidas y bajadas en los precios de las acciones volátiles son pronunciadas tanto al alza como a la baja, a largo plazo también es posible evidenciar este comportamiento, aunque con menos frecuencia, ya que existe un poco más de estabilidad y casi siempre de manera positiva.
- Índices bursátiles: Debido a que los índices bursátiles están conformados por un determinado número de acciones, la volatilidad que manejan es mucho menor a la de las acciones gracias a que las ganancias obtenidas por el desarrollo positivo de estos valores ayudan a equilibrar las pérdidas de otros. Ya que los índices presentan generalmente tendencias alcistas, invertir a largo plazo es una gran estrategia.
- Materias primas: Algunas materias primas también evidencian grandes niveles de volatilidad debido a las noticias y cambios económicos, al igual que la mayoría de los mercados financieros. Por otro lado, el oro es de los pocos commodities que mantiene un comportamiento estable y positivo al mismo tiempo, que es considerado como activo de refugio frente a situaciones de incertidumbre.
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